Preparación Cap: 11º

Dorea y Meiko me toman de las manos como si fuera una niña pequeña y Luka camina tras nosotras, y me llevaron a una sala que conducía a otras...

Primero me bañan con jabón, después otra vez con aceite y me masagean un poco y por 

última antes de otra de jabón una de leche y pétalos de rosa roja; me pusieron el albornoz 
y me condujeron a la siguiente sala dónde me dieron tratamientos en uñas y dedos de mis
extremidades, después de recortar, limar y pintar me llevaron a otra sala.
En esta estaba la ropa, en el centro de la estancia un maniquí sobre el cual un vestido negro de gasa y seda que también tenia lazos, y una di adema de flores negras. Me pusieron la ropa interior y dos medias que con el corte del vestido se podía ver donde terminaban.
(aquí una  foto del VESTIDO no de la chica con el)


En otra sala la última al fin era; el peinado y el maquillaje, el peinado era la melena suelta y cardada que daba un toque de rebeldía junto a la di adema y el maquillaje era simple, un labial rojo carmesí y rímel para los ojos.

El diario Cap: 10º

-Solo los dibujos, te acuerdas que aprendiste otro idioma raro con el que hablabas con tu

hermana, que nadie entendía, ni tu madre que en paz descanse conocía? Todo

tu diario esta escrito así y no lo entendí pero los dibujos si. -Acaricia mi rostro y sonríe-.

En ese momento mientras instantáneamente me acuerdo del

lenguaje, Rido y Syo acompañados de Sebastián aparecen y vienen a nuestro encuentro.

-Pero... a qué viene la fiesta o celebración?

-Lo único que contaste del diario fue a Damen, le dijiste que allí se encontraban los 

diseños de las estancias de la celebración de tu decimosexto cumpleaños -Aro sonríe y 

le guiña un ojo a Damen el cual me tiene pegada a el con un brazo por mi cintura-.

  -Pero mi cumpleaños ya a pasado... Hace ya hoy un mes -sonrío sintiéndome un poco

culpable por haberle arruinado la fiesta-.

-Tranquila, por eso lo hacemos, como tu lo querías celebrar aquí y no pudiste,

pues te lo celebramos de nuevo. -contesta Rido abrazándome y besando mi frente con un ronroneo y se aparte-.

-No quiero celebrarlo no me gusta -miro a Aro y este asiente-.

-Lo sabemos por eso será simplemente una fiesta de bienvenida a Nortia de nuevo -Syo

asiente y se pone a mi otro costado, y me toma de la mano- por eso ahora tu te vas con Dorea, Meiko y Luka a arreglarte -sonríe- nosotros también nos tenemos que arreglar 

para la fiesta.

Sorpresa! Cap: 9º

Pasada unas horas Aro entra a la habitación donde yo, Damen y dos chicos más nos encontrábamos.
-Valeria, cierra los ojos te tengo una sorpresa que te va a gustar o eso creo... -se acerca 
y tapa mis ojos con sus manos suavemente presionando mis ojos y 
me empuja gentilmente a distintas direcciones- falta poco tranquila-.
De pronto Aro me dice que me detenga, quita sus manos y me deja contemplar.
Nos encontrábamos en la sala principal donde se recibían a los invitados,
esta tenia una especie de mostrador con una lista de personas (no tenía ni idea de
quienes eran puesto que Aro no me dejó mirar), una alfombra color negra y detalles plateado
que te guiaba al comedor de ceremonias, el cual estaba preparado para muchas personas;
el siguiente recorrido llegaba al jardín.
El jardín estaba hermoso, era mi lugar favorito desde pequeña,
ahora una parte tenía una plataforma de baile que relucía con los rayos del sol, unas cuántas
mesitas donde se colocarían aperitivos y bebidas, rodeando el espacio libre para no 
ser de obstáculo unos sillones color dorado y detalles verdes 
que junto al entorno hacía una combinación pera aquellos que quisieran descansar un poco.
No tenía palabras para describir aquello...
-Vaya...-boquiabierta mirando todo lo que en cosa de 3 o 4 días habían logrados hacer,
Aro me mira preocupado-.
-Te gustas? -intentado contener la emoción y ganas de obtener mi aprobado, toca mi 
mano levemente para que responda- dímelo ya, me estoy desesperando.
Girándome muy despacio hacia el, le miro.
-Está genial! Es... Es... fabuloso! No me lo puedo creer! Esto se parece a mis sueños...-Aro
sonríe como si lo hubiera descubierto- No serán... no, no, no, no, dime que no miraste 
mi diario! - Lo agarro por los brazos y lo sacudo para que me diga que no miró el diario
donde escribí desde que aprendí a escribir algo coherente asta los 12 años que 
fue la edad a la que yo me fui de aquí, olvidando este objeto dónde
se encontraba el nombre de la persona que me gustaba o que era candidato, además 
de que allí descansaban dibujos donde yo representaba cómo quería que fuese la fiesta de mis 16 años-.